Skip to main content
Telepacífico

‘Desde el Porce’

una serie que invita a la intimidad de Gustavo Gardeazabal

Imagen de prueba

Nuestras Redes

Miguel Yusti, director de la serie ‘Desde el Porce’, charló con Telepacífico y destacó la importancia de la literatura en estos tiempos

asimismo, compartió algunas anécdotas y su experiencia de haber compartido la intimidad de Gustavo Gardeazabal con sus invitados en el Porce.

‘Desde el Porce’ es una serie de diez episodios, cada uno dedicado al análisis de una obra del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal. De esta manera, él conversa con expertos en su obra literaria sobre la historia y sociedad, todo desde su Hacienda El Porce, un lugar que Miguel Yusti destaca como un espacio muy íntimo de Gustavo y que ha revelado grandes anécdotas y conversaciones fascinantes entre Gardeazabal y sus invitados.

“Muchas personas han leído sus obras, pero digamos que no han podido percibir o no conocían un poco más allá de eso. Es entender que existe una estrecha relación entre el autor y el espacio, que es El Porce. En ese sitio Gustavo Álvarez Gadeazábal vive desde hace desde hace un buen tiempo, entonces ese espacio de alguna forma es reflejo de lo que Gustavo Álvarez entiende de la vida”, expresa Miguel Yusti.

Siendo así, por la conmemoración del día del Idioma, Telepacífico ha estado transmitiendo cada uno de los capítulos de la serie ‘Desde el Porce’ a las 9:15 p.m hasta el 25 de abril, siendo 2 capítulos por día, además, se pueden disfrutar en el canal oficial de YouTube. A continuación, presentamos una entrevista con Miguel Yusti.

GARDEAZÁBAL DESDE EL PORCE

¿Cómo fue ese primer contacto de Gustavo para proponerle la creación de esta serie?

“Para Gustavo es natural entender la importancia de la televisión y del cine. Él es un creador de mente universal al estilo del renacimiento. Usted con Gustavo puede sentarse a conversar de cualquier tema y él tiene la capacidad de ser fluido en eso. Él se interesó de inmediato en el proyecto, ya que siempre ha sido un hombre mediático, ha escrito para periódicos a nivel nacional, hizo parte de la Luciérnaga, su gran obra de ‘Cóndores no entierran todos los días’ se hizo una película que fue muy popular, además fue alcalde de Tuluá, es así como entendió la importancia de este formato de serie para poder trabajar por prevalecer la lectura en Colombia y en la región”.

¿Cuál es la importancia de crear una serie en televisión que se enfoque en hablar sobre la literatura?

“Aunque suene cliché, yo pienso que la gente tiene que leer más. Hoy en día la información la estamos obteniendo demasiado rápido y pienso que es necesario que las personas se den la pausa y puedan disfrutar y asimismo la información que se está consumiendo y analizando. Hay unas cosas que suceden rápido y otras que necesitan de paciencia. Estamos en un momento de la historia en el que las buenas ideas necesitan ser procesadas y todo ha sido reemplazado por la velocidad de los procesadores y del internet”.

¿Cuál es esa diferencia de representar en imágenes audiovisuales un libro de ficción o literario a una obra histórica?

“Todo merece ser visto con el respeto que se merece y cuidar los detalles. Mire, hay un señor, Martin Scorsese que dice: cuando hago documental es más ficción, y cuando hago ficción es más documental. Si usted ve la forma en cómo iluminamos la serie es casi que estamos cocinando platos refinados para una audiencia que se merece degustar de lo mejor”.

¿Qué tal fue llevar uno a uno cada una de las charlas?

¡Muy bien! Por que primero, todos son muy buenas personas, segundo existe mucha afectividad entre todos ellos. Ellos se tienen mucho respeto y le tienen mucho aprecio al maestro Gardeazabal.

¿Cómo fue vivir esos momentos de intimidad en la casa del maestro?

Mira, nosotros grabamos a 4 cámaras de cine, y era tan buena la conexión entre ellos que no sentían esas cámaras. Al maestro le gusta que cada uno de ellos primero compartan un desayuno para que se sientan cómodos, y resulta que por medio de la comida es que las personas sienten que pueden liberar esas intimidades por medio de experiencias y anécdotas. Hay una zona que es una casita y es ahí donde se realiza la charla y nosotros gozamos con escuchar cada una de esas conversaciones. Ahí han estado desde ex presidentes, deportistas, empresarios, artistas y escritores. Termina el conversatorio y todos los que estamos alrededor aplaudimos, porque esa es la sensación que ha dejado la charla con estos invitados de esta serie.

¿Qué enseñanzas dejó esta serie para usted?

Que hay que escuchar. Este mundo está yendo muy rápido y se necesitan momentos que debemos de escuchar a las personas. Con Gustavo Álvarez Gardeazabal te das la oportunidad de conocer la importancia de estar en su espacio y empiezas a entender cómo funciona cómo persona. Aprendí a ver la vida a través de los ojos de él, un creador de grandes ideas. Entonces entiendes cómo él camina con sus animales, los alimenta, cuida su espacio y disfruta de su espacio.

¿Cuál es el último mensaje que nos puede compartir?

Me gustaría expresar que hemos perdido el gusto por el buen hablar. Hemos satanizado la exigencia y la excelencia. Es como si supusieramos que aquel que no sabe no se le puede exigir que pudieses conocer y aprender más por el miedo al fracaso y se debe a la flaqueza o pereza de la sociedad. Por eso, cuando te sientas con personas como Gustavo Álvarez Gardeazabal y sus contertulios, es que aprendemos a valorar la hermosa lengua del castellano. Nosotros tenemos la lengua de Gabriel García Márques, el del Cóndores que no se entierra todos los días. Gustavo Álvarez es uno de los tres grandes literarios del Valle del Cauca, los otro Jorge Isaacs y Tomás Carrasquilla. Así que si ves la serie aprenderás a tomar ese gusto por el buen lenguaje.