A través de la radio de su abuela, Leonor descubre a quien es su gran inspiración para convertirse en cantante. Con el ánimo de que siga el camino de la música, pero en un contexto decente, Buenaventura su padre, le regala un violín; este instrumento le permitirá comprobar a Leonor, que su talento musical es el canto.
Años más tarde y con el fin de evitar que su hija “termine en malos pasos”, su papá decide enviar a Leonor a Cali para que termine su bachillerato, pero su reacción no es la mejor.