Buenaventura es una ciudad donde ocurren muchas cosas. Hay una agitación constante debido a que una sociedad inquieta quiere transformarse dentro de las crisis económicas, sociales, políticas y administrativas que vive el Pacífico colombiano.

Hay fenómenos de violencia heredada de muchos conflictos nacionales y existen dinámicas locales relacionadas con las economías clandestinas del delito, que provocan un ambiente de inestabilidad en ocasiones absolutamente desesperanzador. Dentro de este escenario han aparecido las nuevas generaciones de jóvenes que quieren devorarse el mundo.

Cuando alguien logra formarse con altos estándares profesionales, se traza metas de superación personal y social muy grandes. Surge entonces un deseo incontenible de participar en el diseño de los cambios que necesita la sociedad que le rodea. Esto se transforma en compromiso y este en acción política. ¿Qué quieren, transformar, cambiar o revolucionar, o simplemente agitar el mundo?