Leonor espera en la recepción para audicionar y cuando lo hace, canta con tal afinación notas muy altas, que los jurados se sorprenden. A la familia le llega una carta de Leonor que cuenta que quedó en el Conservatorio. Todos se emocionan y celebran el gran logro, excepto su padre.

Leonor ensaya con Luis pero se frustra al no hacerlo de la manera que él quiere, así que decide trabajar para Doña Ligia, en la pensión donde se queda. La profesora, al enterarse de la situación, va a motivarla para que se presente nuevamente con Luis. Leonor tímidamente vuelve y mejora cada vez más su técnica. El día de la presentación, su hermano Libardo, invita a la familia, pero a Buenaventura no le explica de qué se trata.

Al ver el afiche con la programación se sorprende cuando ve el nombre de su hija. Cuando Leonor comienza a cantar, todas las personas que se encontraban presentes, se emocionan al punto de que algunas lloran por la voz tan impresionante y asombrosa.

Cuando termina la presentación, Leonor ve a su familia entre el público y la busca para fundirse en abrazos llenos de felicidad. Logra así que el hombre del sombrero, se despida de ella.